El sistema
hace posible ajustar la prótesis con la finalidad de modificar la posición de
los dedos para funciones específicas
Filadelfia
(AP). El doble amputado Jason Koger solía volar cientos de kilómetros para
visitar a un clínico cuando debía ajustar las empuñadoras de sus manos
biónicas. Pero ahora tiene una aplicación para iPhone o iPadque le permite
hacerlo por cuenta propia.
Koger vino
esta semana a Filadelfia para demostrar las manos “i-limb ultra revolution”,
una pieza de prótesis desarrollada por la firma británica Touch Bionics.
Utilizando un estilete (aparato para escribir) y un iPhone, Koger puede escoger
entre 24 modelos de empuñaduras la que más le convenga.
Koger, de 34
años, residente en Owesboro, Kentucky; casado y con tres hijos, perdió las
manos en un accidente de un vehículo todoterreno en 2008. “Hace cinco años no
podía alzarme el pantalón”, dijo Koger. “Hoy voy de caza y hago algunas cosas
que probablemente ni imaginé que podría llegar a hacer hace cinco años”.
La tecnología
está cambiando aceleradamente el campo de la protética, beneficiando a los
pacientes, desde militares heridos hasta víctimas delataque al maratón de
Boston. Sus practicantes dicen que la mayor investigación del gobierno tras las
guerras en Iraq y Afganistán impulsa algunos de los progresos.
Koger sufrió
una conmoción por una línea del tendido eléctrico derribada. Cayó en coma y
hasta que despertó tres días después no tenía idea de que los médicos le habían
amputado las dos manos.
Su esposa
pasó esos tres días averiguando sobre las manos artificiales, según se enteró.
Desde
entonces ha utilizado una variedad de prótesis que considera herramientas,
extensiones diferentes para tareas diferentes. Los ganchos eléctricos le han
permitido practicar su pasión, la caza. Otras manos mioeléctricas, que
reaccionan a los impulsos eléctricos generados por los músculos restantes de
los brazos, le permiten movimientos más precisos.
La versión
anterior mioeléctrica requería que fuese programada por un especialista, lo que
significa que Koger tenía que viajar por avión hasta la sede de Advanced Arm
Dynamics en Dallas. El especialista trabajaba con Koger para registrar algunas
pautas de sus movimientos y programar el i-limb, o miembro artificial.
Pero a veces
Koger regresaba a su hogar y se daba cuenta de que no eran las manos que
necesitaba. Ahora, el modelo de i-limb más moderno viene con una aplicación
para iPhone o iPad que le permite reprogramar su mano manipulando un estilete.
El jueves hizo una demostración sujetando una naranja, una pelota de béisbol y
una lata de gaseosa.
El i-limb
permite que los dedos y el pulgar se muevan independientemente para rodear
determinados objetos, dijo Ryan Spill, especialista de la nueva oficina de
Advanced Arm Dynamics en Filadelfia. El pulgar también está motorizado y no es
pasivo como en prótesis anteriores.
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